Control en las cantinas de escuelas y colegios realizará la Dirección de Defensa del Consumidor para precautelar la salud de la población estudiantil de la capital

Este lunes 24 de febrero comenzaron las clases en las escuelas y colegios públicos de todo el país y, por ende, de la capital de la república, por lo que las risas y la algarabía de los niños, niñas y adolescentes se sintieron en el ambiente ciudadano.

En las instituciones educativas capitalinas se ve a estudiantes deseosos de aprender, para superarse en la vida, teniendo en cuenta que es el ideal superior de ellos, de sus familias y de la patria en su conjunto.

Es así que la Municipalidad de Asunción acompaña a las familias asuncenas desde el ámbito que le incumbe, para sumar en esta tarea de toda la sociedad, tendiente a mejorar el sistema educativo nacional, encomendando a su Dirección de Defensa del Consumidor a realizar los controles pertinentes, en las cantinas de los centros educativos de la ciudad capital.

Con esta medida, la Comuna Asuncena busca garantizar que los alimentos expendidos en las cantinas de las escuelas y colegios sean elaborados y manipulados, de acuerdo a los estándares de calidad y limpieza, que aseguren la salud de los estudiantes, teniendo en cuenta lo que señala la Ordenanza Municipal N° 429/14, sobre inspección higiénico sanitaria.

Para tener los parámetros adecuados de medición de las condiciones sanitarias e higiénicas, la Dirección de Defensa al Consumidor elaboró un listado de medidas sanitarias e higiénicas que deben respetar las cantinas.

En primer lugar, se observa la calidad de los alimentos ofrecidos, la procedencia de los mismos y en caso de que estos se elaboren o cocinen en el sitio, se procede a constatar las condiciones de infraestructura con la que cuenta la cantina, la estructura en general y si existen separaciones de olores entre el sector de producción y/o elaboraciones y la zona de venta.

Se verifica si los techos, paredes y pisos, son de construcción sólida, con materiales impermeables y terminaciones ovaladas, para evitar la acumulación de polvo y suciedad y otros agentes contaminantes, como también el uso de mallas protectoras que impidan el ingreso de insectos o plagas en zonas de elaboración.

La superficie y los materiales en contacto con los alimentos deben ser impermeables, lisos, no pudiendo ser de madera, cartón u otros de características porosas, que dificulten su higiene.

Los equipos de fabricación o almacenamiento deben mantenerse limpios (interna y externamente), así como los estantes o tarimas que se utilizan para el ordenamiento de los alimentos en los depósitos o bodegas, con tapas de material adecuado.

Los alimentos deben almacenarse protegidos de cualquier agente de contaminación en envases con tapa, con papel film o bolsas de primer uso, a fin de salvar sus características y evitar su tratamiento por contaminación, de forma ordenada y prolija.

Según prioridad y tipo de alimento, se debe cuidar la temperatura de seguridad que evite el crecimiento microbiano y el deterioro de los mismos.

El personal manipulador debe mantener buenos hábitos higiénicos y cuidar su salud, a fin de evitar ser foco portador de agentes, que alteren la calidad e inocuidad de los alimentos. Para ese fin, debe protegerse, utilizando cofia y delantal, de color claro.

En el caso específico de las cantinas o comedores de instituciones educativas, se debe controlar la venta indiscriminada de alimentos con cantidades exageradas de azúcar, sal o aceite, que no sean muy saludables para los niños y adolescentes en etapa de crecimiento.

Se controlarán también las cantinas de instituciones educativas privadas

El director de Defensa del Consumidor, Guillermo Fernández, mencionó que, desde la fecha, comenzaron los inspectores a su cargo a realizar los controles correspondientes en las cantinas de escuelas y colegios de la capital, sean nacionales o privados.

Puntualizó que, en Asunción, se tienen registrados un total de 180 instituciones educativas, donde 72 son públicas, 84 privadas y 24 subvencionadas.

Aclaró que, en el momento de la intervención, si la cantina no tiene licencia comercial o patente para operar en la parte gastronómica, el acta se deja a la cuenta corriente catastral de la escuela o del colegio.

Resaltó que las multas por las faltas encontradas pueden ascender hasta los 50 millones de guaraníes y que, si se persiste, pueden ser sancionados con la suspensión de la actividad más la multa.

“La Dirección cuenta con 12 tecnólogos que diariamente trabajarán para inspeccionar las cantinas de las escuelas y colegios de la capital”, concluyó.

Otras noticias