Dirección de Defensa al Consumidor de la Comuna Capitalina realizó un operativo de control en un supermercado del barrio San Vicente
Funcionarios municipales de distintas áreas de la Dirección de Defensa al Consumidor, dependiente de la Dirección General del Área Social, realizaron un exhaustivo control de higiene y manipuleo de alimentos en uno de los locales del Supermercado El Pueblo, en la mañana de este martes 17 de agosto.
El local comercial inspeccionado fue el que está ubicado sobre la avenida General Santos entre Pirizal y Asunción, del barrio San Vicente, donde se llevó a cabo un exhaustivo control de los productos de venta al público y exhibidos en las góndolas de este supermercado.
Cabe destacar que los controles fueron muy detallistas y tuvieron en cuenta todos los aspectos que debe cumplir un comercio dedicado a vender alimentos.
A los inspectores de la Comuna Asuncena les preocupa el aspecto que presentan los productos en exhibición, como también el tiempo de vencimiento de los alimentos y bebidas importados y de producción local.
Otros temas controlados son el peso exacto, que aparezcan los precios con claridad, la presentación higiénica y el cuidado personal de los empleados, principalmente de quienes manipulan productos alimenticios y en esto mucho juega también la pulcritud los uniformes que utilizan.
Una de las funcionarias municipales intervinientes, Celeste Cabrera, tecnóloga de Alimentos que pertenece a la Unidad de Productos de Exportación, indicó que controlaron que los productos importados estén debidamente verificados por el INAN (Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición), correctamente etiquetados y ubicados en las góndolas.
“Se busca que los productos no estén vencidos, razón por lo cual se realizan, cada semana, estos controles en estos puntos de ventas”, explicó.
Desde la Panadería a la carnicería la inspección semanal
En tanto, las Licenciadas Norma Reyes Jarolín y Rosa Zárate se dedican a los controles higiénicos sanitarios en áreas productivas, ya sean panadería, confitería, cocina, rotisería y todo lo que involucre la elaboración y manipulación de alimentos.
Los factores que tienen en cuenta en los controles son los establecidos en la Ordenanza 101/17, en los que están contemplados los requisitos de funcionamiento que un local productor de alimentos debe cumplir.
Entre estos están los relacionados a infraestructuras; a la manipulación de alimentos; la parte documental, que se refiere a los certificados médicos de aptitud de los manipuladores; control de plagas, que es un tema importante también en locales de grandes envergaduras como estos establecimientos.
Por su parte el licenciado Sebastián Godoy, específicamente sobre el control de la fecha, mencionó que inspeccionaron lo referido a la producción cárnica animal.
“Aparte se controló todo lo que sea perecedero como la parte de confitería, rotisería, que deben ser productos de primera calidad, poniéndose mucho celo en los datos marcados en las etiquetas, como fecha de caducidad de los artículos ofertados”, puntualizó.
Se mide la temperatura de congelamiento de la carne
A su turno el ingeniero zootecnista Atilio Medina, de la Unidad de Productos Naturales, destacó que controlan que los productos cárnicos se conserven en buena temperatura, el buen manipuleo del producto, las gancheras, el estado de las cámaras de conservación, su congelado, si están en condiciones los pisos y el lavamanos.
“También se controlan que los manipuladores de carne tengan buenos uniformes, las manos bien limpias, uñas bien cortadas, es decir, bien higienizadas”, detalló.
Informó que cada inspector tiene como 20 supermercados para controlar y que lo hacen cada semana, pero sin anunciar previamente el día, de tal forma que los supermercadistas no arreglen, de forma acorde, solamente para la inspección, sino que mantengan las góndolas como tiene que ser siempre.
Es importante mencionar que estos controles realiza la Dirección de Defensa al Consumidor, para asegurar que los alimentos consumidos por los asuncenos estén dentro de los estándares establecidos por las ordenanzas y las leyes vigentes, teniendo en cuenta la buena praxis en el manejo y la higiene de los sitios destinados para exhibición de los productos.