Gracias a una rápida intervención de cuadrillas municipales y de bomberos se sofocó el incendio de dos viviendas en el barrio Santa Ana
La inconsciencia e irresponsabilidad ciudadana continuaron en la tarde de este lunes 31 de agosto, con la quema de pastizales en el Bañado Sur, más específicamente en el barrio Santa Ana, en la zona conocida como Divino Niño.
Además, en esta zona vulnerable capitalina, dos humildes viviendas fueron afectadas por el fuego, cuyos moradores perdieron sus casas y sus enseres como consecuencia de un incendio provocado para sacar los cables de cobre de sus envoltorios de plásticos, llevado a cabo por algunos jóvenes y niños que se hallaban abocados a esa tarea.
Cuadrillas de la Dirección General de Gestión y Reducción de Riesgos y Desastres (DGRRD) de la Municipalidad de Asunción intervinieron, colaborando así con la tarea emprendida por los bomberos, para que el siniestro no tenga mayores consecuencias.
Estos funcionarios municipales se centraron en la contención y ayuda para evacuar del lugar a los vecinos damnificados por la expansión del fuego, ya que la tarea de apagar el incendio estuvo a cargo de bomberos de diferentes cuerpos, quienes trabajaron denodadamente para neutralizar totalmente el incendio.
Cabe destacar que los funcionarios de la DGRRD asistieron además a las personas damnificadas por el siniestro con materiales imprescindibles para reponer sus viviendas como terciadas, chapas y puntales y también les proveyeron de víveres, colchones y mantas para pasar la noche.
Una de las viviendas consumidas por el fuego pertenece a la señora Porfiria Portillo y la otra persona damnificada resultó ser la señora Martha Cáceres, quienes fueron alejadas de la zona con prontitud, aunque sus enseres resultaron totalmente consumidos por las llamas.
Felizmente no se produjeron daños personales, ya que no existen personas lesionadas o quemadas, según el reporte de los intervinientes.
El fuerte viento que se tenía en la zona en la tarde de este lunes 31 de agosto propició que el fuego, iniciado por los jóvenes, se extendiera de una manera rápida e incontrolable, quemando lo que encontraba a su paso, cruzando inclusive la calle para destruir las humildes viviendas mencionadas.
Una práctica muy común es dar a jóvenes y niños la actividad de quemar restos de cables recolectados, quienes realizan la quema del material, porque se derrite con mayor facilidad el plástico y aprovechan los hilos de cobres que quedan para luego fundir y comercializarlos como metal.
El titular de la Dirección de Reducción de Riesgo, dependiente de la DGRRD, Iván Cáceres, manifestó que a pesar de los trabajos de concienciación que se realizan en ambos bañados de la ciudad, Norte y Sur, lamentablemente se siguen con estas prácticas muy peligrosas.
“Y es aún más peligroso si estas tareas se dejan en manos de menores y cuando por el viento o la alta temperatura, a veces, el brote de fuego se vuelve incontenible. Aparte, la quema de basura es otra práctica común en estas zonas y pone en peligro el ecosistema de nuestra ciudad. La humareda torna el aire irrespirable y llega hasta el centro y algunos barrios de la capital, poniendo en riesgo la salud de la población”, concluyó.