La Municipalidad De Asunción Prosigue Controles Para Prevenir La Contaminación Sonora

La Municipalidad de Asunción, a través de la Dirección General de Gestión Ambiental y específicamente de su Unidad de Fiscalización Ambiental, a cargo del ingeniero ambiental Guido E. Duarte, lleva adelante un programa de monitoreo, verificación y control sobre polución sonora en la ciudad. En ese marco, en la noche del sábado 25 y madrugada del domingo 26 de enero se realizaron controles a locales nocturnos en la zona del Barrio Carmelitas.
Se realizaron verificación e inspección técnica y medición de decibeles a locales comerciales que pueden generar ruidos molestos, como discotecas, pubs y otros.
El Programa de Polución Sonora busca sobre todo evitar los ruidos que causen molestias en horas de descanso, ya que eso puede afectar la salud de los ciudadanos.
Las acciones se encuadran en la Ordenanza Nº 183/04, «Que regula los ruidos molestos»; que según las escalas de sanciones puede llegar a ser de 1 jornal (leves) a 2.700 jornales (gravísimas) e inhabilitaciones hasta 365 días corridos.
Esta ordenanza regula la actuación municipal para la protección del ambiente y la salud pública, con relación a las perturbaciones producidas por ruidos molestos o excesivos y establece los mecanismos para el control de los sonidos y ruidos, habilitación de lugares generadores de este tipo de impactos, permisos necesarios y esquema de sanciones.

CONTROLES NOCTURNOS EN ZONA DEL BARRIO SAN PABLO Y MICROCENTRO DE ASUNCIÓN

Así también se realizaron controles ambientales nocturnos, con apoyo de la Dirección de la Policía de Vigilancia Municipal y la Policía Municipal de Tránsito (PMT). Las irregularidades encontradas afectaron a inmuebles con patios en situación de abandono, que podrían constituir focos para la reproducción del mosquito vector del Dengue. En ese sentido, también se realizaron intervenciones a hogares y comercios que vierten aguas a las calles.
En el Barrio San Pablo además se constataron muchos puntos con pérdidas en las cañerías de agua potable, lo que a la larga destruyen la capa asfáltica, sin contar con el daño ambiental causado por las pérdidas. La Dirección General de Gestión Ambiental tomó nota de la situación de manera a dialogar con las autoridades del Gobierno Central responsables del área.