Calle Juan de Garay recuerda al español que vivió la fantástica historia de cuando Asunción era la capital de la Provincia Gigante de las Indias
Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se destaca una calle capitalina que lleva el nombre del español Juan de Garay.
Por la Ordenanza N° 649 de 1942 se llama así a la ex calle 22, que se inicia en la avenida Juan León Mallorquín, cruza la avenida Carlos Antonio López y se dirige al norte, hasta la calle Dr. Luis Alberto Garcete. Es paralela a las calles Gobernador Melo de Portugal y Gobernador Martínez de Irala.
Juan de Garay nació el 24 de junio, día de San Juan del año 1528, en Villalba de Losa, España. Su madre fue Lucía de Mendieta y Zárate y su padre el noble Clemente López de Ochandiano y Hunciano, quien no lo reconoció.
Fue criado por su tío materno Pedro Ortiz de Zárate y Mendieta, hasta que su madre se casó con Martín de Garay, quien lo reconoció como hijo, dándole su apellido.
En el año 1543, cuando Juan de Garay contaba con 15 años, acompañó a su familia al Virreinato del Perú, ya que su tío Pedro Ortiz de Zárate fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Lima.
A los 19 años se enroló como soldado en la campaña para sofocar la sublevación de Gonzalo Pizarro.
En 1549 formó parte de una expedición a Tucumán en la actual Argentina.
En 1552 fue enviado a Santiago del Estero.
En 1556 pasó a Chile, para trazar un camino a la costa del Océano Pacífico y estableció el puerto de Arica. Trabajaba asimismo como proveedor del ejército.
Ese año se mudó a Potosí, Charcas, actual Bolivia, donde los Ortiz de Zárate acumulaban una fortuna, por ser los primeros en explotar las minas.
En 1557 conoció a Ñuflo de Chaves y con él arribó por primera vez a Asunción.
Hacia 1558, en Asunción, se casó con Isabel Contreras y Becerra. Tenía ya un hijo con una guaraní, al que llamaban “Juan de Garay, el mozo”. En Asunción nació su primera hija María de Garay, en 1559. Tuvo cuatro hijos, uno de ellos varón, al que llamaban “Juan de Garay, el legítimo”.
El 26 de febrero de 1561, participó, con Ñuflo de Chaves, en la fundación de Santa Cruz de la Sierra y fue elegido regidor por su cabildo.
A mediados de 1568, partió a Asunción, trayendo a su esposa y a sus tres hijos, incluso a su hijo natural.
En 1567, su tío materno Juan Ortiz de Zárate fue nombrado adelantado y sexto gobernador del Río de la Plata y del Paraguay. Juan de Garay fue nombrado capitán.
El 11 de diciembre de 1568 fue nombrado alguacil mayor.
Juan de Garay ganó mayor fama cuando, desde 1568 a 1579, se produjo una gran rebelión indígena, en la que venció a Obera, cacique inspirador de una lucha desesperadamente mesiánica.
Con incansable actividad actuó en muchas exploraciones.
Fundó Santa Fe, recibiendo el nombramiento de teniente gobernador y capitán general de la provincia, expedido por su tío, el adelantado Juan Ortiz de Zárate.
Fundó, algo más tarde, una población sobre el río Jejuí, cerca de la Laguna Blanca, que perduró solo hasta el año 1676.
Su carrera política fue meteórica.
El nombramiento como gobernador de la Provincia Gigante de las Indias, le vino por un hecho insólito, pero propio de la época y de las conspiraciones por los altos cargos en América.
Su tío Juan Ortiz de Zárate, tercer Adelantado del Río de la Plata, con sede en Asunción, le había nombrado albacea testamentario y tutor de su hija Juana.
Al morir el tío en 1575 en Asunción, adonde había llegado de Potosí, por su experiencia en explotar minas de oro y en la creencia de que en el cerro Acahay había metales preciosos, que nunca existieron, surgió la gran posibilidad de ascender para Juan de Garay.
La triste historia de la princesa inca – española
El adelantado Juan Ortiz de Zárate tenía una hija habida con Leonor Yupanqui, mujer de la nobleza inca en el Cuzco, a quien reconoció como hija legítima y la declaró sucesora en la Gobernación de la Provincia Gigante de las Indias.
El Rey le había dado poderes de autoridad en la región por dos vidas, en pago a sus servicios a la corona.
Su hija Juana debía casarse con un hombre que pudiera ostentar el cargo.
Juan de Garay viajó a Chuquisaca para traer a Asunción a la doncella heredera Juana Ortiz de Zárate, hija del adelantado. El objetivo era hacerle contraer matrimonio con el sobrino del fallecido adelantado Ortiz de Zárate, un joven de 18 años llamado Diego Ortiz de Zárate y Mendieta. De esta forma todo el poder quedaría en la familia.
Cuando Juan de Garay pretendió traerla para casarse en Asunción, se encontró con que la jovencita se había casado, sin aviso, el 1 de diciembre de 1577, con Juan Torres de Vera y Aragón, oidor de la Provincia de Charcas, de quien estaba enamorada.
La conspiración por el cargo no permitió que el marido legítimo llegara a ejercer inmediatamente la gobernación, ya que lo apresaron y se originó una historia de iniquidades increíbles contra la pareja.
Encarcelado Juan Torres de Vera y Aragón, se vio obligado a hacerse representar en el alto cargo que, como esposo de Juana Ortiz de Zárate y Yupanqui, le correspondía por testamento.
El 9 de abril de 1578, desde la prisión, traspasó a Juan de Garay su título de autoridad del Río de la Plata, mientras se defendía ante la justicia de la conspiración para que no ejerciera el cargo.
La pareja perseguida tuvo un hijo: Juan Alonso de Vera y Zárate.
Los últimos tiempos de Juan de Garay
A partir de la cesión fortuita del nombramiento, la suerte de Garay cambió de rumbo.
En Asunción, interinaba el mando el sobrino del adelantado fallecido, esperando casarse con Juana.
Pero el sobrino heredero terminó mal, por inexperiencia y demasiados actos inadecuados.
En una trifulca, fue engrillado y enviado a España.
Juan de Garay llegó a Asunción el 15 de setiembre de 1578, le interinaba Luis de Osorio.
Bien recibido por los integrantes del Cabildo, se convirtió en el nuevo gobernador de la Provincia Gigante de las Indias hasta 1583.
El 11 de junio de 1580, refundó Buenos Aires. Llevaba Garay para la empresa 80 vecinos de Asunción, de los cuales 64 eran muchachos mestizos y mucho ganado vacuno y caballar arrastrado por Hernandarias, su futuro yerno.
Después de esa fundación, Juan de Garay realizó una expedición al sur, a los Magallanes, Patagonia Argentina, y otra a la región de los nuaras, a fines de 1582.
En 1583, falleció el 20 de marzo, mientras descansaba en una de las islas del Paraná en viaje a Buenos Aires. Fue asesinado por los indios querandíes del cacique Mañua, con los cuarenta hombres de su escolta.
Los Vera y Aragón en el Paraguay
Recién en 1586, Juan Torres de Vera y Aragón conoció Asunción.
Su esposa había fallecido en 1584, siendo sepultada en Potosí, la ciudad de la Plata de Bolivia y, cuando él falleció en 1613, fue enterrado en la misma tumba.
Consultado el ingeniero Edgar Vera y Aragón sobre su apellido histórico, confirmó lo leído sobre la historia americana de los Vera y Aragón del Paraguay, lo acontecido con la princesa inca Juana Yupanqui, el papel político que le correspondió a Juan de Garay y el amor que unió a la pareja, en medio de las conspiraciones políticas de los primeros años de la Provincia Gigante de las Indias.