La avenida Madame Elisa Alicia Lynch recuerda el nombre de la heroína más vilipendiada por los enemigos de la Triple Alianza
Como continuación a la serie de entregas sobre la nomenclatura de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se darán detalles sobre una avenida que lleva el nombre de Madame Elisa Alicia Lynch, la valiente irlandesa que acompañó a su enamorado, Solano López, hasta su muerte en Cerro Corá.
Por la Ordenanza 6117 de 1967, es la avenida que limita, en un tramo, con el Municipio de Fernando de la Mora. La misma es continuación de la avenida Defensores del Chaco (ex Última) hacia el Norte, justamente desde la avenida Mariscal Francisco Solano López hasta la Primera División de Caballería, llamada 14 de Mayo, en el cruce de las vías del Ferrocarril del Paraguay.
Datos biográficos
Elisa Alicia Lynch Lloyd fue protagonista de uno de los más grandes amores de la historia universal.
En París, en 1853, conoció a Francisco Solano López.
Era una bella irlandesa de 18 años, casada a los 15 años en Irlanda, con el médico militar francés, de 37 años, Javier Quatrefages.
Conoció al general López cuando se hacían demostraciones militares del ejército francés en campaña, en Argel, de las que participaba el médico militar Quatrefages, ante la presencia del general paraguayo, invitado de honor.
Solano López le pidió le conceda un baile en una fiesta en su honor. Enloquecieron de amor. Era bella, refinada. Y lo que al principio fue una aventura, les cambió el destino.
La imagen de prostituta de París que los enemigos de López le dieron, no condice con quién era en realidad Elisa Lynch.
Se atribuye a Juan José Brizuela, Encargado de Negocios del Paraguay en París, la creación de la novela que difundió, sin tener en cuenta el daño causado.
Debido a su enamoramiento, Elisa abandonó a su esposo y volvió con sus padres a Dublín, donde se encontró con Solano López, quién tramitaba la compra del ferrocarril y del Barco Tacuary.
A partir de entonces ya no se separaron.
El doctor Juan Andrés Gelly realizó los trámites del divorcio de Elisa, aunque el matrimonio con Quatrefages era nulo, por no estar reconocido en Francia, donde debía solicitarlo el militar francés Quatrefages.
Años después de la separación de Elisa, Quatrefages se casó, sin ningún impedimento, en Francia y tuvo hijos, lo que indica que, si no los tuvo conElisa, fue porque la vida íntima de ambos no era buena.
Si el destino existe, se hizo presente entre la irlandesa Elisa Lynch y el paraguayo Francisco Solano López
El 11 de noviembre de 1854, Solano López zarpó a Asunción y Elisa, embarazada, se embarcó a Buenos Aires en otro vapor.
Llegó a Asunción el 4 de marzo de 1855, trayendo en brazos a Panchito.
La familia presidencial López Carrillo se negó a recibirla.
El general la llevó a vivir en la quinta donde actualmente se encuentra el Hotel del Paraguay. Allí nació Corina Adelaida, el 6 de agosto de 1856, muriendo el 14 de febrero de 1857. Su tumba se encuentra en el Cementerio de la Recoleta.
Luego pasó a vivir en la casa de las actuales Mariscal Estigarribia entre Fulgencio Yegros e Iturbe. El 2 de octubre de 1858 nació su tercer hijo, Enrique Venancio Víctor. Federico nació en 1860, Carlos en 1861, Leopoldo en 1862 y Miguel Marcial en 1866. Tuvieron seis hijos.
Cuando el 25 de enero de 1860 nació Federico Carlos, el Mariscal le volvió a ser infiel con Juanita Pesoa, su novia de adolescencia y, en septiembre del mismo año, nació el tercer hijo de ambos José Félix.
Elisa no abandonó a Solano López, a pesar de la falta de lealtad de su importante pareja. Pero de él, comenzó a decir, “es el padre de mis hijos”, señalando las diferencias sentimentales entre ambos.
Era tarde para abandonarlo y volver a Irlanda. Elisa había “quemado sus naves”.
La historia cuenta que ese año, cuando se inauguró el templo de Humaitá y fue una de las invitadas al viaje al sur, en su visita a Pilar, caminó sobre la vereda de la casa de Juanita Pesoa, como marcando quién era y que, inmediatamente, Juanita Pesoa hizo derramar agua hirviendo por donde Elisa Lynch había pisado.
La guerra hizo que todos los hijos de Solano López estuvieran juntos, al cuidado y protección de Elisa Lynch, quien cumplió hasta el final con su enamorado, quedándose a su lado en Cerro Corá, donde lo enterró, junto a su primogénito y José Félix, hijo de Juanita Pesoa, también asesinado.
Verdaderamente fue uno de los amores importantes de la historia paraguaya.
Los restos de Elisa Lynch descansan en el Cementerio de La Recoleta. Hasta ahora le está vedado descansar al lado de su amado y padre de sus seis hijos, en el Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio de la Virgen Nuestra Señora Santa María de la Asunción.