La calle Manuel Domínguez recuerda al defensor del Chaco, autor de la memorable frase: “Ni más allá, ni más acá del Parapití”
Prosiguiendo con la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida de Manuel Domínguez, un férreo defensor del territorio chaqueño, a quien se le atribuye la célebre afirmación: “Ni más allá, ni más acá del Parapití”.
Por la Ordenanza N° 649/42 se denomina así a la sexta calle paralela al sur de la avenida Mariscal Estigarribia, que se inicia en el eje de la nomenclatura de Independencia Nacional al oeste y se extiende al este hasta la calle Capitán Figari. Es paralela a las calles Teniente Fariña al sur y a Fulgencio R. Moreno al norte, recorriendo los barrios Catedral, San Roque y Pettirossi.
Datos sobre su vida
Nació en Pilar, en plena Guerra contra la Triple Alianza, el 5 de junio de 1868.
Hijo de Concepción Domínguez y del coronel Matías Goiburú.
Ambos sobrevivieron a la hecatombe y, aunque el niño conoció a su padre, la violencia de esos tiempos, durante y después de la guerra, que resultó en la muerte de Goiburú, ultimado en 1877, impidió que convivieran, por lo que, con orgullo, llevó el apellido de su madre.
Su importante aporte a la Nación
Manuel Domínguez pasó su adolescencia en Itauguá y en 1884 ingresó como becario al Colegio Nacional de la Capital. En 1890 egresó y enseñó como profesor en dicho colegio.
Siguió luego la carrera de derecho, mientras ejercía el periodismo y la docencia.
Fue Director del Colegio Nacional de la Capital y del Archivo Nacional.
En 1895 fue elegido Diputado Nacional y el mismo año se casó con Manuela González Filisbert, una de las cinco hermanas González Filisbert, descendientes del patriota Fulgencio Yegros.
Otra de las hermanas, Rosario González Filisbert, se casó con Fulgencio R. Moreno.
Pertenecían a familias de intelectuales que dejaron un gran legado al Paraguay.
Fue un gran conocedor de nuestra historia
Manuel Domínguez era un hombre ilustrado, gran investigador de la historia del Paraguay.
En 1899, con su tesis “Traición a la Patria”, recibió el título de doctor en Derecho y defendió a José Segundo Decoud, acusado de alta traición por la Cámara de Diputados.
En 1901 fue nombrado Rector de la Universidad Nacional.
Fue Parlamentario, Ministro del Poder Ejecutivo y Vicepresidente de la República en 1902.
En 1904 renunció a la Vicepresidencia por disconformidad política.
Lanzó un manifiesto y se sumó a la revolución del partido Liberal, que desplazó al partido Colorado.
En 1911 fue ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, nombrado por el coronel Albino Jara.
Defensor de nuestros derechos en el Chaco
Fue el negociador paraguayo que se enfrentó al embajador boliviano Emeterio Cano e integró la Delegación que negoció el Convenio Soler – Pinilla, firmado en Buenos Aires en 1907.
Fue un fallido intento de salvar la crisis motivada por la fundación de los fortines bolivianos Guachalla y Ballivian, en el Chaco paraguayo.
En 1915 renunció al Colegio Nacional de la Capital.
En 1916 renunció como docente de la Universidad Nacional.
Ese mismo año falleció su esposa, con quien había tenido siete hijos.
Contrajo segundas nupcias en 1919, con Carmen Urbieta Peña, con quien tuvo tres hijos más.
Su obra más importante, denominada “El Alma de la Raza”, fue publicada en 1918, la cual forma parte de una obra más extensa conocida como “Causas del Heroísmo Paraguayo”.
En “Orígenes de la Conquista” analiza las expediciones al Río de la Plata. Siguió con: “El Paraguay, sus grandezas y sus glorias” y “El Chaco Boreal”.
Manuel Domínguez fue conocido como: “el abogado de la patria”.
Una frase suya se hizo popular: Ni más allá, ni más acá del Parapití.
Falleció en Asunción, el 29 de octubre de 1935.
No llegó a enterarse de que el Paraguay cruzó el Parapití, aunque no pudo conservar la tierra en los acuerdos definitivos de límites con Bolivia.
