Municipalidad continúa requisando maquinas tragamonedas ilegales
Funcionarios de la Unidad de Juegos de Azar y Entretenimientos de la Dirección de Recaudaciones de la Municipalidad retiraron 11 maquinas tragamonedas de locales que no cuentan con la habilitación correspondiente para su funcionamiento el pasado 11 de abril, tres aparatos fueron sacados de un local en cuatro mojones, en Fernando de la Mora y Cacique Lambaré y 8 del refugio de damnificados en el Parque Caballero.
Como se recordará, hace un mes la Municipalidad destruyó cien de estas maquinas, porque ya no cabían en los depósitos municipales y ante la falta de acción de sus propietarios que no acuden a responsabilizarse, se opta por la destrucción como indican las normas sobre el punto.
En tanto, el Jefe de la Unidad de Juegos de Azar, Richard Pérez, manifestó que la persona que quiera explotar este tipo de máquinas debe ceñirse al reglamento de procedimiento y cumplir con las exigencias para la habilitación correspondiente. Se necesita una resolución municipal y la autorización de la Junta Municipal para permitir el funcionamiento de los locales.
Se están haciendo las intervenciones y requisas fruto siempre de las denuncias que los vecinos de la capital realizan.
En el primer caso, el de 4 mojones, donde estaban las maquinas dentro de un local se procedió primero a la notificación y ante el no cumplimiento, se procedió a la incautación de los aparatos.
En la mayoría de los casos los que regentean las maquinas no son los dueños de estos aparatos, por eso no se hacen responsables y señalan que los propietarios acudirán a los estrados municipales a gestionar la devolución previa presentación de los documentos requeridos.
Lamentablemente muy pocos de estos propietarios se presentan y permiten que las maquinas se destruyan, compran otras más modernas y siguen con la clandestinidad del negocio que envilece a niños y adolescentes, propiciando el vicio, la mendicidad y hasta el raterismo de los niños para seguir apostando a las tragamonedas.
También destacaron la agresividad de los propietarios y en menor medida de los que regentean las maquinas, hubo casos en donde el personal municipal interviniente y el personal policial resultaron agredidos por el carácter irascible de estas personas.