Dirección de Servicios Urbanos cierra su campaña 2021 sobre sus servidores urbanos con el testimonio de un referente del área de recolección urbana
Visibilizar, concienciar y sensibilizar sobre la labor fundamental que realizan los servidores urbanos, fueron los objetivos de la campaña testimonial “Son como vos”, que fue presentada en este 2021 por la Dirección de Servicios Urbanos (DSU) de la Municipalidad de Asunción, que además proyecta, durante el año que se acerca, seguir poniendo en la vidriera la lucha diaria de mantener limpia la ciudad, compaginada con la vida familiar y particular de cada uno.
En esta oportunidad destacamos parte del día a día de un referente del área de recolección de basura, en homenaje y representación de un gran equipo humano, que no supo y no sabe de descanso, y que, así como tantos héroes que resaltaron durante el tiempo más duro de la pandemia, ellos, mediante un trabajo silencioso y prácticamente invisible, hicieron que todo sea más llevadero, más limpio y más seguro para las familias.
Paulino Bóveda Ibarra
Tiene 55 años, está casado y es padre orgulloso de dos jóvenes, de 14 y 13 años, con quienes vive en su casa propia, ubicada en Loma Pytã.
Forma parte del Departamento de Recolección de Basura de la DSU, donde se ha ganado la fama de ser honesto, servicial y responsable, lo cual lo convierte en un ejemplo frente a sus demás compañeros y en un orgullo para toda la Dirección.
Tras 27 años de servicio en la Municipalidad, Paulino sabe de sobra de sacrificios y de labores pesadas.
“Hacer recolección no es joda”, asevera sin demora.
“No hay calor, no hay frío, no hay lluvia, igual tenés que trabajar, sí o sí, cualquiera no va a hacer. El personal nuevo, por ejemplo, no va a rendir jamás, porque es una lucha y lleva tiempo acostumbrarse”, aseguró.
Si bien estuvo en otras dependencias, actualmente Paulino es chofer titular y, con orgullo, recuerda que hace unos años se le asignó el móvil 128, Mercedes Benz.
“Nuevito me entregaron, hasta ahora todo ok, sin ningún problema anda el camión”, manifestó.
También reconoce que mantener el recolector en orden es posible, gracias a la rutina que él tiene de verificar exhaustiva y diariamente el camión concedido.
“Nosotros manejamos de 6 a 12 de la mañana pero si vos, por ejemplo, llegás a las 6, ya no controlás correctamente la máquina, tenés que llegar, inspeccionar antes de salir, porque si yo llevo el camión en mal estado, por decirte, con un elástico roto, va a ser mi responsabilidad y yo voy a ser el culpable por salir a la calle así, en esas condiciones. Por eso, antes de salir veo todo, con tiempo y con tranquilidad”, resaltó.
Comenta que su jornada inicia de madrugada.
“A las 2 de la mañana me levanto, tomo mi mate, me preparo y a las 3:30 ya estoy en la base de la DSU. Siempre tengo mi linterna a mano, me entregan la llave, abro, agarro mi hoja de salida, miro, me voy al fondo, verifico todo y, a partir de ahí, ya está todo listo para hacer el ruteo diario.
Antes de entrar a la Municipalidad yo trabajaba en una empresa grande, y le miraba a la gente que hacía recolección y decía que era poca cosa lo que hacían, que era fácil y, hoy día, sé en carne propia que no es así, uno tiene que estar en el zapato de los muchachos para entender y procurar darle a la ciudadanía el servicio que se merece”, concluye.
Una cuestión de concienciación
Diariamente, los operarios de recolección recogen, en promedio, 750.000 kilos de basura, de los diferentes barrios capitalinos, de los cuales grandes cantidades son dispuestas de forma totalmente irregular, generando trabajo extra y un daño ambiental incalculable, sin mencionar que muchos de los residuos pueden ser reutilizados o directamente evitar su utilización, dejando de lado los plásticos o los artículos de un solo uso.