La casa de la Niña Francia, hija de Don Gaspar de Francia, es un bien patrimonial de Asunción
Prosiguiendo con la serie sobre edificios y monumentos históricos, que constituyen joyas y tesoros que aún posee Asunción, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, esta vez se darán detalles sobre la que fue la Casa de “La Niña Francia”, la cual es un bien patrimonial del Paraguay.
La propiedad está ubicada en una calle sin nombre, un cul de sac al que llaman Pasaje Francia, que va por la calle Tapuá, entre las avenidas Santísima Trinidad y Molas López.
La casa, conocida también como “El caserón de Ubalda”, está catalogada como parte del patrimonio histórico y cultural, natural y arqueológico de la República del Paraguay, de acuerdo a la Resolución Nº 26/2005, emanada de la Dirección de Bienes Culturales y por la Ley 956/82, en la cual están enlistados los principales bienes de la Nación.
Actualmente está vigente la Ley 5621, que protege dichos bienes, entre los cuales se encuentra la casa de “La Niña Francia”.
Tanto la casa como el Ykua Francia integran el Sitio Trinidad, protegido por la Ordenanza Municipal de Asunción Nº 35/96.
El predio perteneció al doctor José Gaspar Rodríguez de Francia quien, a su muerte, lo legó a su hija Ubalda García, no reconocida oficialmente por Don Gaspar.
La casa trasciende el valor económico de la propiedad y se constituye en un tesoro histórico de toda la ciudadanía paraguaya.
Hay demasiada historia nacional en el espacio geográfico del que formó parte la quinta de Ybyray y de las familias de los tres apellidos que poblaron el sitio: Rodríguez de Francia, Cañete y Peña, quienes conforman la saga (epopeya familiar) de quienes habitaron el lugar.
Llegó a abarcar 40 hectáreas, que el doctor Rodríguez de Francia fue adquiriendo por fracciones, desde que la recibió en herencia de su padre, como propiedad de la familia materna, los Yegros.
El capitán García Rodríguez de Francia, padre de José Gaspar, estaba casado con Josefa Velazco y Yegros, en primeras nupcias.
En 1803, Gaspar de Francia vivía en el predio heredado. En ese entonces, en la casa que habitó, se tomaron las decisiones trascendentales para la Independencia Nacional de 1811.
Esa parte de la ciudad era conocida como Cañada del Valle de Ybyray, igual que el nombre del arroyo, y se accedía a la propiedad por el Camino Real de Tapuá (avenida Artigas).
En 1807, Gaspar de Francia tuvo una hija a la que no reconoció oficialmente, habida con María Juana García, también residente en Ybyray, de quien la historia dice que vivía frente a su casa.
La Niña Francia, como se la conoció, al quedar huérfana, por decisión de Don Gaspar, pasó a ser cuidada por María Roque Cañete, también residente de Ybyray, madre soltera de un hijo varón, Juan de la Cruz, quién además atendía la casa y asistía en sus necesidades a La Niña Francia, Ubalda García.
No era un secreto la paternidad de Francia, aunque Ubalda vivía en el anonimato.
A pesar de ello hay documentos públicos en los que Ubalda declaraba y firmaba Ubalda Francia y, a veces, Ubalda Rodríguez de Francia, sin que el hecho fuera desmentido por su padre.
El autor de la historia de la saga familiar fue el historiador e intelectual Jaime Peña Villamil, biznieto de Ubalda y nieto de Jaime Peña Cañete.
En los relatos de su libro “La Hija del Silencio”, se cuenta que cuando Don Gaspar de Francia falleció el 20 de septiembre de 1840, asistieron a su lecho de enfermo, su hija Ubalda y María Roque Cañete, a quienes legó la propiedad del valle de Ybyray (Trinidad), donde ya vivían.
El 11 de febrero de 1841, en el templo de La Recoleta, Ubalda se casó con Juan de la Cruz Cañete, hijo de María Roque Cañete, quién fue el constructor de la casa actual que se mantiene intacta.
Es una construcción típica del periodo colonial independiente. Las paredes tienen un espesor de 75 centímetros de ladrillos de adobe, cocidos al sol. Posee galería frontal con pilares y techo sostenido por tirantes de karanday y tacuarillas.
La casa tiene tres bloques en forma de z invertida.
Ubalda y Juan de la Cruz Cañete tuvieron dos hijos: Francisca del Rosario, nacida en 1842, y Agustín, nacido en 1845.
Francisca se casó con Epifanio Peña Medina del barrio San Roque, con quién tuvo cinco hijos.
En 1856 falleció María Roque Cañete. Del matrimonio de Epifanio Peña y Francisca nacieron: Jaime Antonio en 1859, Susana Dolores en 1860, Manuel Epifanio en 1862, Pedro Pablo en 1864 y Héctor, quien falleció siendo niño.
Durante la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, murió el esposo de Ubalda ya anciano, en una de sus licencias desde el frente de batalla, por enfermedad. También falleció su yerno, Epifanio Peña, esposo de Francisca, en Humaitá, en 1867.
Por la fortaleza de Ubalda, como jefa de la familia, sobrevivieron su hija y sus nietos en los años de la guerra.
Volvió con vida su hijo Agustín, quien en 1870 tenía 25 años.
En esos tiempos políticos de reorganización del país, el nieto de Don Gaspar de Francia, Agustín, fue convencional por Trinidad para la Constitución de 1870, miembro del Club del Pueblo y fundador del Partido Colorado (ANR). También le tocó ser colaborador de Bernardino Caballero. Canciller y Ministro entre 1878 y 1894.
Se casó con Natividad Sánchez, sin descendencia, dedicándose a su madre, su hermana y sus sobrinos, quienes también participaron en la vida política de la postguerra.
El biznieto de Don Gaspar, Jaime Peña, figura entre los fundadores del Partido Colorado. Pedro P. Peña, también Colorado, llegó a ser presidente de la República, aunque brevemente, en la tumultuosa situación política de entonces.
En el caserón de Ubalda se tomaron decisiones que incidieron en la vida nacional. Jaime Peña tuvo dos hijos: Manuel y Eduardo, quienes optaron por las filas del Partido Liberal.
Quedan para la historia los recuerdos de cuando Jaime Peña, casado con Serapia Rojas, con 50 trabajadores ayudantes, producía alimentos en la quinta de Ybyray.
Tenían 2000 plantas de dulces, mandarinas que se exportaban a Buenos Aires. Se recuerda la avenida mangales y la producción de miel de caña.
Las mujeres trinidenses cruzaban la propiedad llevando en cántaros el agua pura del Ykua Francia, hoy una plaza que lleva ese nombre, ubicada entre las calles Congreso de Colombia y Vicente Suárez.
El 27 de abril de 1900, a los 83 años, falleció Ubalda, la Niña Francia, la hija de Don Gaspar.
La propiedad sigue en manos de sus herederos, de la rama que reside en Buenos Aires.