Uno de los Tesoros de Asunción, la Estación de Tren
En nuestra ciudad capital, están aún en pie, los edificios mandados a construir por los presidentes don Carlos Antonio López y su hijo el Mariscal Francisco Solano López.
Son los que nos enorgullecen por su majestuosidad.
El más representativo es la Estación Central del Ferrocarril.
La edificación sigue siendo la misma. Tal es así que hasta parece que solo son diferentes los medios de transporte que en las fotografías y dibujos del pasado muestran la evidencia del tiempo que ya transcurrió.
Fue el ferrocarril, un medio de transporte casi mágico, para quienes no lo hemos utilizado y sólo escuchamos historias de un tiempo pasado, en que la gravitación de la vía férrea influyó en la vida y en la política del Paraguay.
Desde romances, hasta revoluciones se han programado en viajes en el histórico tren.
El primero de América
Aunque no haya sido el ferrocarril del Paraguay el primero de América, estuvo entre ellos. Y para un mundo en que las novedades tecnológicas llegaban solo a los países económicamente solventes y adelantados, haber sido el cuarto país en introducir el nuevo medio de transporte señala el poderío del Paraguay, en el concierto de las naciones americanas de ese tiempo.
En 1825 se inauguró la primera línea férrea en Inglaterra, que cinco años después se perfeccionó en Francia. Llegó a los Estados Unidos de América en 1831. Después siguió Cuba que habilitó la línea en 1838. A Chile llegó en 1851 y a Paraguay en 1856.
La Argentina tuvo ferrocarril un año después, en 1857.
El ferrocarril fue decisivo en los sucesos históricos que nos marcaron.
Don Carlos, el visionario
Fue a partir de 1854 que fueron llegando al puerto de Asunción los materiales necesarios para un ferrocarril de quince leguas (75 km) que don Carlos Antonio López decidió desarrollar contratando a los mejores técnicos industriales del mundo.
En la disputa para elegir los mejores, competía con el imperio japonés.
A nuestro país, llegaron más de doscientos técnicos de todas las ramas de la ciencia y la industria y entre ellos los que dirigían las obras del ferrocarril.
Don Carlos, a nada más que un cuarto de siglo de tan importante invento del transporte, contrató al ingeniero norteamericano Guillermo Wheelwight para dirigir las obras.
Los otros directores con los que se conformó el equipo fueron los ingenieros ingleses George Paddison, William Keld Whytehead y posteriormente George Thompson, Henry Valpy y Percy Burrell.
Además de los directores extranjeros, prestaron servicios en el ferrocarril los jefes militares paraguayos José María Bruguez, Juan de la Cruz Estigarribia, Elizardo Aquino y Francisco Fernández.
Construcción de la estación
Para construir la estación, se adquirieron las tierras de Beatriz Acosta, heredera de Roque Acosta, sobrino del caudillo comunero Sebastián Fernández Montiel, propietario original del sitio ocupado por la estación.
Se construyó a pocos metros de la Iglesia de San Roque que fue el nombre que tuvo originalmente Después se llamó Estación San Francisco, por la plaza San Francisco que estaba enfrente.
Durante muchos años, hasta que el tren dejó de circular de Asunción a Encarnación hacia 1989, fue el entorno del ferrocarril el lugar más importante de la ciudad capital.
La estación Central del ferrocarril fue el alma de Asunción durante casi un siglo y medio y la plaza Uruguaya, otrora plaza San Francisco con su centenaria arboleda, siempre fue el refugio de los viajeros.
La plaza dejó de llamarse así cuando el Uruguay devolvió los trofeos de la guerra y fue denominada plaza Uruguay en homenaje al gesto del país, el primero arrepentido de haber pertenecido a la Triple Alianza.
La estación es de estilo neogótico con matices italianizantes y franceses mientras las galerías o corredores son propios de la arquitectura colonial paraguaya.
El predio posee 4.396 m2, de largo, se extiende a 83,90 mts. y tiene de ancho 52,40 mts. Posee tres pisos con una superficie total aproximada a 7.531 m2.
Un año después de inaugurar el primer tramo del ferrocarril en 1861, la construcción proseguía dirigida por el sargento mayor José María Bruguez.
Desde octubre de 1863, en los documentos de la época aparece también el nombre del inglés Alonso Taylor, trabajando por la pronta terminación de la obra, que finalmente se inauguró el 24 de julio de 1864, el día de San Francisco, fecha de cumpleaños del presidente Solano López.
Un baile descripto en una crónica social destacada en El Semanario comentó los detalles. A este baile siguió otro el de la celebración del 15 de agosto, aniversario de la fundación de Asunción y un tercero ofrecido en el mes de octubre de ese año por los jefes y oficiales de la guarnición de la capital.
Después, con la guerra en la que Paraguay debió defenderse de la Triple Alianza, la estación pasó a convertirse en hospital, como los demás edificios públicos.
En el año 2022, el edificio del Ferrocarril fue enrejado de manera de poder preservar la construcción de las ocupaciones, los hurtos y demás actos vandálicos a que fue sometido durante los años en que permaneció -sin uso- pero abierto a quienes bajo su techo no comprendieron la importancia de la estación, como hito de la historia de la grandeza del Paraguay del gobierno de los López.
Intentos de recuperación turística
En el año 2004, la administración del Ferrocarril y la SENATUR, activaron viajes turísticos desde la Estación de Asunción hasta Areguá, lo que se dio con mucho éxito, los fines de semana y feriados, Lamentablemente el proyecto no tuvo continuidad habiendo podido representar para el Paraguay convertirse en un referente mundial importante al poseer un tren a vapor -el último- en funcionamiento a nivel mundial.
Por la Ley 174 de 1993, la Estación San Francisco del Ferrocarril Central del Paraguay es Patrimonio Histórico Nacional.
La Ordenanza N°35 de 1996 le otorga protección Municipal como edificio catalogado y sitio patrimonial, con valoración monumental.